domingo, 6 de noviembre de 2011

Era justo y necesario

La esperanza no existe
Más allá de todo lo esperable
sólo hay un ténebre vacío idealista.
Teníamos que hacerlo, había que eliminarla.
Para que todos aquellos que esperan a un salvador
abrieran los ojos centelleantes.
También es cierto que sin esperanza no terminarán las guerras;
pero no importa porque éstas son parte de la crueldad del hombre.
No nos arrepentimos.
Había que matarla para olvidar esclavizarnos en pos de una utopía.
Seremos libres en tierras de acero y fuego, pero seremos libres.
Y más tarde o más temprano seremos también legión.
Habrá que vivir el presente porque no existirá el futuro;
el tiempo se detendrá en nuestra ilusión.
No confiaremos en nada que nos anuncie una inmediata felicidad.

Yo a veces creo en la esperanza y a veces no.
¡Ay! ¿Qué hago?















Imagen: Hombre primitivo (sentado en la sombra), por Odilon Redon.

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