martes, 27 de marzo de 2012

Verbal

El aullido brutal de la sinécdoque es el que me ha obligado a abandonar este río turbio.
Me calzo una metáfora un día y al día siguiente se ha desposado con su sonido.
Verso que se personifica, verbo.
Brújula de ambigüedad y sueño.
Y así el endecasílabo se suicida de madrugada
aprovechando que la noche está romántica y negra.
Amanece vanguardista y se acuesta innovando,
mirando horizontes de aliteración laína.
Un poema no puede ser más que una alegoría
pero la alegoría no existe en sí sino en otro.
Asustable tiniebla de lánguida lobreguez.
Que fluye y se retuerce con un pincel de agua.
Hombre de fe y de luna, el poeta.
Verbo caleidoscópico, el poema.

jueves, 15 de marzo de 2012

Ritmo matinal

Tengo el ritmo matinal cosido al alma.
Tengo un sueño de estrellas vacías que se me come el pecho,
como una angustia de espinas sin rosa.
De clavel marchito, de ciprés.
Reloj taciturno, talante de cielo
segundo tras minuto en un sinfín eterno.

Águila de plata saturada de noches
orbita vía blanca en el cabello lunar.
¡Ay tan triste esta mañana azulada
por un Dios cruel, espadario horror!

sábado, 10 de marzo de 2012

Sin título.


Maldito hastío
Que me condena a sentarme en el techo de luces verdes;
Maldita inundación de tristeza del ciervo teñido de grises
Cromásoma terúlico de nadas en cadena.
Alucinación rúbrica sílfide de náyade acuática
Se sumerge penosa en la sátira del mundo;
Del mundo girando órbita vía
Tras las nacientes y heladas matutinas nevadas.
Maldita pluma nívea de albatros celestes.
Maldita noche negra de melancolías y cenefas. 
Náyades por Gioacchino Pagliei