miércoles, 30 de mayo de 2012

Carta


He soñado mares, planetas y universos. He soñado y materializado un alma felina que se me quedó mirando con ojos amarillos. He mirado al cielo y construido lo imposible a partir de un caótico amasijo de letras feroces. He sido capaz de grandes proezas y aun así no he podido resistir a la languidez de unas palabras garabateadas de improviso en el blanco de un corazón abatido.
Se me rizaba el pecho cada vez que venía a mí el recuerdo fugaz de la sombra de esos vocablos sinceros. Se me encogía el aliento y en mi mente yo era doña Inés enclaustrada por las engañifas de un amor correspondido.
Puedes no ser un dios ni un heroico juglar del Medievo narrando mis apátridas odiseas, pero aun así tu sintaxis dulce es como una lluvia de meteoros destructores (la destrucción implica belleza porque también implica que algo vuelve a nacer de nuevo).
Este es el último cuarteto legible que empleo en hacerte saber mi nombre y mi camino. A partir de ahora tendrás que averiguar en mi sangre el poder que poseo para que las palabras bailen ante tus ojos. 

sábado, 19 de mayo de 2012

Metaphor


Mi vida es una metáfora.
No; en realidad es una alegoría, que es una sucesión de metáforas.
Una metáfora es finita e incandescente
Y una alegoría dura para siempre en la eternidad del universo.
¿Cuál es el germen de la poesía?
Mi vida es una aventura verbal.
Es un continuo devenir de imágenes,
Como un caracol arrebolado en la penumbra del océano.
Es un suicidio alejandrino,
Una taza de té crepuscular de asfalto amarillo.
Un deus ex machina, ingenioso hidalgo.
Alegoría alegría.
He aquí otra metapoesía. 

lunes, 7 de mayo de 2012

Y así se hizo


Así te sonríes, con el viento homicida de la madrugada por bandera.
Si llorar palabras fuera tan inmensamente fácil como caminar o morirse en el día a día,
Toda una hazaña supondría el ser resucitado del veneno nocturno.
El fémur cristalizado nieva entre las piedras marchitas
Y Apolo rey Sol lamenta una elegía a la tierra de luto.
Así te calcinas sin llamas en la prisión de tu alma.
Asesino impotente, vasallo de tu cicatriz.
Viste el beso de Judas rodando por tus labios
En el día que el cuervo anunció su funesto presagio.
El pueblo te escupe como la hiel del calvario.
Así te retiras, vencido y sombrío.
Héroe de nadie y suicida de sus huesos.
Feliz sepelio.