jueves, 31 de diciembre de 2015

Sin título

Bueno, pues ya está aquí una vez más. El último día del año, un año que para mí ha sido bastante malo, en general. Ha sido un año en el que he sufrido bastante a nivel emocional, y eso se ha visto reflejado en mi literatura, creo. Aunque durante 2015 no he publicado demasiado en el blog, últimamente me estoy poniendo un poco las pilas porque quiero acabar y autopublicar mi libro de poesía, del que ya os desvelo el título por si no lo sabíais: se titulará Libertad Condicional. Estará barato, espero que lo compréis cuando lo ponga en Amazon.

En fin, con motivo de este día tan especial y como hay gente que dedica unas breves palabras a sus amigos (y yo para eso no valgo) he decidido publicar el último poema que he escrito en este año y dedicároslo a todos vosotros. Se titula (paradójicamente) "Sin título". Es un poema sobre la poesía, sobre los poetas y sobre la decadencia de la literatura. Es breve pero transmite un mensaje muy claro que creo que os llegará fácilmente a todos. Además, os ofrezco algo que no suelo hacer, y es una foto del manuscrito del poema, para que veáis mi letra horripilante. No os podréis quejar de mi "regalo" navideño.
Espero que os guste y apadrinad mi poema. Y a mí como poeta. Un saludo a todos y feliz año nuevo.

Sin título

Sin título, como una mañana polvorienta.
Sin nombre, como un perro callejero.
Apadrina un poema, te lo agradecerá.
Dale hogar, ponle título,
guárdalo entre las hojas de un libro que no volverás a abrir,
pero sálvalo de la muerte.
Salva también al poeta
que se muere de hambre en el desierto.
Es un profeta.
Poeta.
Sin título- indicio de la escasez de imaginación
o quizás anuncio del final de la literatura.



lunes, 21 de diciembre de 2015

Café

El tintineo ensordecedor de las cucharas.
El aroma profundo y embriagador.
El sabor amargo como un romance de verano que termina.
Ese color negro como el del universo infinito,
como un pozo de sabiduría en una taza de porcelana
cada mañana.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Frío

Ante el frío hay posturas diversas. Hay a quien le encanta el frío para soportarlo bajo una nevada cruel y hay quien lo adora ignorándolo desde la estufa o bajo una manta caliente. También hay quienes, sencillamente, no lo soportan; hay personas para las que el frío implica enfermedad e inmovilidad. Y hay, además, otra clase de frío: ese frío interior que nos quema por dentro, que viene de nosotros mismos y que nos impide movernos. A veces, queridos lectores, nuestras cabezas y corazones viven un invierno perpetuo. A ese frío le dedico este poema.

El frío nos destruye por dentro.
El frío congela nuestras almas
y las ciega.
El frío
es devastador y asesino.
El frío se ceba con nuestras pesadillas;
es un enemigo letal e invisible en invierno.
Paraliza mis manos justo cuando escribo en este momento.

Pero yo no lo abandonaré ni él a mí:
lucharemos en silencio
y ganará el más fuerte.
Batallad vosotros contra vuestro propio frío.
Expulsadlo de vosotros
y humilladlo.
Sed entonces libres de esos pensamientos
porque el frío nubla nuestra mente y sentidos.


Diciembre de 2015.

Paisaje Invernal, de Caspar David Friedrich

domingo, 1 de noviembre de 2015

Este año no participaré en el NaNoWriMo

A pesar de que es una experiencia que me gustó mucho, este año he decidido no participar en el NaNoWriMo. ¿Por qué? Hay unas cuantas razones:
-Estoy ocupada escribiendo otras cosas
-No he tenido una idea "grande" para escribir una novela
-Quiero trabajar en mi libro de poemas (esta quizás sea la más importante de todas las razones).


jueves, 15 de octubre de 2015

Horizontes de hormigón

(De Libertad Condicional XLIV)


Hay una barrera de fuego en el cielo.
El asfalto quema del puro rodar de los coches
y mi alma embriagada sueña con la noche.

Me hago viejo para andar por la ciudad.
Ya no me produce la misma nostalgia la canción de las farolas
ni me enternece el lento caminar de los semáforos;
y las luces. Ahora me molestan.
Antes las amaba. Eran mi único consuelo en las madrugadas grises
de invierno.

Por Dios. Miro al cielo y lo único que veo
son fachadas que se elevan hasta el infinito.
Ojalá fueran árboles, me digo, melancólico. Ojalá.
Ojalá poder oír el canto de los ruiseñores en vez de la sirena de la ambulancia.
No existe el locus amoenus, todo lo que le queda al hombre moderno
son estos horizontes de hormigón a los que llamamos ciudades.
Estamos vacíos, y por eso buscamos refugio en otras cosas:
aficiones, la bebida o las drogas, qué más da.
Si todo es lo mismo.
Si al final todos vamos a morir pudriéndonos solos en casa o en una de esas residencias
donde acaban los viejos olvidados.

Toda nuestra vida perdida estudiando, trabajando, envejeciendo
para contribuir al crecimiento de los horizontes de hormigón.
¿Y qué nos dan a cambio? Humo, cáncer, asma.
Enfermedad. Estrés. Depresión.

Ser artista no sirve para nada, la ciudad mata la creatividad.
El arte ha muerto consumido por la codicia.

Tengo que trabajar, ganar dinero y trabajar más para ganar más dinero.
Tengo una familia que alimentar, una hipoteca que pagar, el seguro del coche.
Tengo mil facturas pendientes, y la luz, y el agua, y el gas.

...
...
...

Me hago viejo para caminar por la ciudad;
quizás es que ya no soy un hombre.
O que le he dado al horizonte de hormigón todo lo que necesitaba.
Y, si es así, creo que este será el último atardecer rojizo
que mis ojos contemplarán por encima de las oficinas.

Es muy triste morir sin haber visto las estrellas,
pero es que en el cielo nocturno de la ciudad pululan los neones.

Qué se le va a hacer si yo
aquí ya no pinto nada.
Miro hacia la carretera, a quinientos metros bajo mis pies,
y doy un paso hacia delante.
...



martes, 12 de mayo de 2015

Deberías leer: Los magos, de Lev Grossman

Siendo sinceros, es complicado encontrar en la literatura moderna una novela fantástica (refiriéndome con este adjetivo al subgénero novelesco) que no peque de repetir mil veces lo que ya se ha escrito o que no sea demasiado infantil o juvenil. Sin embargo, Los magos, trilogía del norteamericano Lev Grossman cumple bastante bien con lo que uno espera o esperaría de un libro de este tipo.

Pese a que se ha comercializado con el eslogan "Harry Potter para adultos", y aunque las similitudes entre ambas sagas existen, creo que Los magos va mucho más allá, sobre todo al final del primer libro y una vez empezado el segundo.


La historia que nos narra esta novela es la de un chico en los años finales de la adolescencia que descubre que posee aptitudes para la magia, pero la magia real, no la prestidigitación.
Así, en vez de ir a la universidad, Quentin Coldwater, que así se llama el protagonista, ingresa en una academia de magia llamada Brakebills, lo cual lo obliga a separarse de sus amigos de toda la vida, James y Julia, para conocer a gente nueva, tanto amigos como enemigos.

Pese a lo que podría parecer, la trilogía no abarca todos los años de academia de Quentin, pues nuestro protagonista se gradúa ya en la primera entrega. ¿A qué dedica entonces Grossman el resto de páginas de esta trilogía? Para eso tendréis que leer los libros, queridos lectores.
Yo, personalmente, me encuentro ahora inmersa en la lectura de la segunda parte, The Magician King. Aunque estoy devorando estos libros en su lengua original, el inglés, están traducidos al castellano. No obstante, recomendaría su lectura en el idioma de Shakespeare, ya que la narrativa de Grossman es bastante simple y se entiende a la mínima que poseas el nivel necesario.

Me sorprende que esta trilogía sea tan poco conocida en España. Varias veces la he mencionado en Twitter y nadie ha parecido reconocerla; también es verdad que yo he comenzado a leerla por recomendación de otra persona. Por eso escribo este post, a ver si consigo que llegue a más gente.

En Estados Unidos, no obstante, parece tener su fama. Tanto es así que la segunda entrega aparece fugazmente en un episodio de Los Simpson. 

domingo, 29 de marzo de 2015

A libro regalado...

...no le mires la portada, supongo, por traer a mi terreno libresco el famoso refrán.
Mis lectores se preguntarán a qué viene este extraño título, cuya explicación es bastante sencilla. Los que me conocen saben que nunca digo que no a ningún tipo de regalo, sea el que sea, porque, además de gustarme los obsequios ocasionales (como a casi todo el mundo), soy educada y me gusta aceptar los regalos.

Pues bien, el otro día, un amigo ganó el sorteo que hacen todas las semanas en el programa a propósito de El ministerio del tiempo. No me preguntéis al respecto porque no veo la serie y no sé de qué va el programa, sólo sé que invitan a actores de la serie y sortean libros; pero bueno, esto no tiene nada que ver. Mi amigo, como digo, ganó el sorteo, y dado que ya tenía el libro que se sorteaba, me preguntó si yo lo quería. Ni corta ni perezosa, respondí que sí, a pesar de que no sabía nada del libro en cuestión.
El miércoles de esta semana recibí el libro de mano del cartero, y es el siguiente:
Aunque la portada es bastante desafortunada y el título parece sacado de un fanfic cutre, el argumento, de momento, es muy prometedor. Como digo, no sabía nada en el momento en el que recibí el libro, así que googleé un poco y me encontré con que, entre otras cosas, trata sobre viajes en el tiempo. ¡Una de mis temáticas favoritas! Empezamos bien.
He comenzado a leerlo y, de momento, no me desagrada. Habrá que continuar leyendo y veré si finalmente me gusta, pero como ha sido un regalo, tampoco puedo quejarme.

Por cierto, he buscado por curiosidad cuánto vale el libro en La Casa del Libro y Amazon y cuesta 24 en la Casa y algo menos, 22'80 euros, en Amazon. Dejo los enlaces por si a alguien le sobra el dinero, le pica la curiosidad y quisiera comprarlo. 

http://www.casadellibro.com/libro-las-puertas-de-anubis-5-ed/9788493066390/851864

http://www.amazon.es/Las-puertas-Anubis-Gigamesh-Ficci%C3%B3n/dp/8493066397/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1427651841&sr=1-1&keywords=las+puertas+de+anubis