viernes, 31 de octubre de 2014

Poemas que releo cada cierto tiempo I: "Elegía a Ramón Sijé", de Miguel Hernández

¡Hola a todos! Como hace muchísimo que no actualizo, he decidido crear un nuevo apartado en este magnífico (ejem, ejem. Vale, no) blog.
La idea se me ocurrió cuando me di cuenta de que tiendo inconscientemente a releer cada cierto tiempo algunos poemas. Puede que porque me inspiren, o porque me encanten, no lo sé, pero el caso es que de vez en cuando me acuerdo de ellos y tiendo a acercarme de nuevo como una madre atenta que echa de menos a su hijo querido.
Me gustaría iniciar esta sesión con la para mí fantástica Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández. Este es uno de esos poemas que, pese a haber leído y releído cientos de veces, me siguen emocionando cada vez como si fuese la primera. Y es que la Elegía de Hernández no es tan sólo un canto a la muerte, es sobre todo un canto a la amistad y a la esperanza.

Pocas veces se ha plasmado en literatura de forma tan hermosa el vínculo de amistad que une a dos personas. Y es que en cada estrofa, en cada verso, podemos ver cómo el poeta llama de forma cariñosa a su amigo perdido: repetidas veces lo llama compañero del alma y, si ponemos atención, descubriremos que Sijé era alguien verdaderamente importante para Hernández.

Pero lo que más me duele de la Elegía (por así decirlo) es el sufrimiento que se respira en las primeras estrofas. Casi puedo oler el dolor de Hernández cuando dice desenterrar a su amigo. Y no olvidemos esa hipérbole maravillosa: "tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento".

Y con esto termina mi divagación de esta noche de por qué siempre vuelvo a leer este poema, una y otra vez.

Espero poder volver a aportar algo de mi creación próximamente.
Un saludo.