sábado, 27 de octubre de 2012

A la luz de las estrellas


En esa epicidad absurda de la tiniebla universal se adivina una intención suprema y, en el fondo, inocua (porque es imposible): todos queremos ser dios, y todos queremos ver más allá de la cuna y de la tumba. ¿Quién no ha deseado alguna vez el don de la omnipotencia para desatar tormentas estridentes de luz centrífuga? Esa es la primera y principal razón por la que la noche se cierne sobre nuestras cabezas como un ente misterioso, casi de cuento mágico, y por la que las estrellas nos fascinan como si no fuesen simples soles a millones de kilómetros de distancia. Queremos ser estrellas porque sólo así podríamos emular un poder gigantesco, capaz de dar vida pero también de quitarla. Queremos ser eternos como el mismo cosmos, vivir durante eones sin que ninguna encapuchada ténebre presencia asome por encima de nuestro hombro.
Al final, lo único que nos queda es sentarnos en la campesina madrugada de trigales verdes y soñar con meteoros fugaces de paz. El tiempo así no huye peregrino sino que permanece en el polvo estelar prófugo de cárceles eternas.
Criminales sensatas. Son nuestras madres, nuestras hermanas y nuestras hijas también. Son para nosotros luminarias tristes que alumbran la más melancólica de las almas.
Y eso si nos quedamos a la luz de las estrellas. 

viernes, 31 de agosto de 2012

Charles Baudelaire, aniversario de su muerte

El día 31 de agosto de 1867 moría Charles Baudelaire, poeta maldito representante del simbolismo francés y autor del famoso poemario Las flores del Mal.
Como hice el año pasado por esta misma fecha, dejo un poema en memoria del autor.

















REMORDIMIENTO PÓSTUMO

Cuando en el fondo duermas, mi bella tenebrosa,
de una tumba de mármol denegrido construida,
y ya tan sólo tengas por alcoba o guarida
una cueva lluviosa y una profunda fosa;

Cuando oprima la losa tu carne temblorosa
y tus flancos doblados con encanto tendida,
y el latir y el querer a tu pecho le impida,
Y a tus pies el correr su carrera azarosa,

La tumba, confidente de mi sueño infinito,
(porque la tumba siempre comprenderá al poeta),
en esas largas noches en que el sueño es proscrito,

Te dirá: “¿De qué os sirve, cortesana indiscreta,
lo que los muertos lloran no haber conocimiento?”
-Y te roerá el gusano como un remordimiento.

domingo, 26 de agosto de 2012

The Clock is off


The clock is off
Tic, tac, tic, tac.
Una esfera gira eternamente sobre un millar de agujas
El cuarzo cristalino del corazón late una monótona sinfonía.
Y cuando llegan las doce suena el campanario
Y retruena el silbato por toda la alcoba.
Como si fuese la llamada de Dios desde el paraíso.
Cojo, el minutero se apaga un segundo
Y duerme el tiempo que se había ralentizado.
Ahora un minuto es un siglo y un siglo son mil años.
Y respira, el viejo Cronos, con aliento estentóreo.
Tic. Tac. Tic
Y así pasan décadas de suplicio.
Viéndolo todo desde el ojo de un mecanismo roto.
Han muerto generaciones y el reloj sigue hablando.
En el silencio frío y yerto, el reloj clama al mundo.
Anuncia el fin.
Escuchadlo un segundo.

martes, 14 de agosto de 2012

Hamlet, Acto Tercero, Escena I

Ser, o no ser: ésta es la cuestión; si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante Fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con elllas, acabarlas. Morir, dormir, nada más, y con un sueño decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son herencia de la carne. Ésa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, soñar acaso: sí, ahí está el tropiezo, pues tiene que preocuparnos qué sueños podrán llegar en ese sueño de muerte, cuando nos hayamos desenredado de este embrollo mortal. [...]

William Shakespeare. 
Pues como habréis podido adivinar, ando leyendo tragedias shakesperianas. Ahora que tengo tiempo y que agosto es un mes pesadísimo, se me ha ocurrido coger un viejo libro que había en casa y echarle un vistazo. Y claro, la primera tragedia de la selección no podía ser otra que Hamlet, quizá la obra más conocida del dramaturgo inglés si no contamos El Sueño de una Noche de Verano. 
Esa historia que todos conocemos pero que muy pocos hemos leído- y que al igual que cuando comenzamos a leer el Quijote con ese inolvidable En un lugar de la Mancha, cuando llegamos al mítico To be or not to be, un escalofrío recorre nuestro cuerpo. Es como volver a encontrarse con un antiguo amigo. 
Por cierto, con respecto a la escena, Shakespeare no indica en ningún momento que el príncipe Hamlet esté sosteniendo una calavera entre sus manos mientras declama estas palabras. Pero claro, al tratarse de una reflexión sobre la muerte, suele representarse a Hamlet de esta manera. 

miércoles, 27 de junio de 2012

Paralelismo


No puedo ser cuerpo y espíritu al mismo tiempo;
No por temor a traicionar a Dios,
Sino por temor a traicionarme a mí mismo.
Puedo ser ballet y orquesta y puedo ser luz y negro
Y puedo ser el todo y la nada y reír y llorar
Y escupir versos y escribir cuentos.
Pero no puedo ser carne y alma
Sinceramente porque no puedo.
No puedo SER y creer que SOY.
No puedo, no puedo, no puedo.
En esta agonía del existir eterno,
Al margen de las cosas y del entendimiento,
Me pregunto si podré ser en diversos tiempos. 

domingo, 17 de junio de 2012

El Génesis

Me gusta ponerles nombres a las cosas.
Me gusta jugar al Génesis y juzgar.
Me gusta inventarme palabras con letras
a, b, c, d, e
Y no es la primera vez que finjo indiferencia ante las normas de la ortografía.
Me gusta reírme de las reglas de la lengua.
Ninguna estúpida legislación me impedirá crear.
Es la vanguardia la que me da alas;
estoy con la pluma pintando sin pensar.
Y trazo a trazo, automáticos mis dedos,
voy soñando poemas sin cesar.
Voy caminando montañas,
voy nadando por senderos
aspiro el aroma azul de los nomeolvides,
y olvido mis zapatos en el cielo.
Oxímoron, sinestesia, metáfora;
Sonrío mares y lluevo versos.
Soy una máquina de poetizar.
Pañuelos de hierro y vigas de seda.
No soy humano, no soy animal;
soy inspiración y fuego.
¿Y si escribiera como en alemán?
Sustantivos en Mayúsculas, Muerte y Muerto.
Me gusta bailar con las palabras.
Bailar, bailar en sueños.
Me gusta ponerles nombres a las cosas,
ser Dios, espíritu y deseo.
Me gusta ser el Génesis de mis letras.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Carta


He soñado mares, planetas y universos. He soñado y materializado un alma felina que se me quedó mirando con ojos amarillos. He mirado al cielo y construido lo imposible a partir de un caótico amasijo de letras feroces. He sido capaz de grandes proezas y aun así no he podido resistir a la languidez de unas palabras garabateadas de improviso en el blanco de un corazón abatido.
Se me rizaba el pecho cada vez que venía a mí el recuerdo fugaz de la sombra de esos vocablos sinceros. Se me encogía el aliento y en mi mente yo era doña Inés enclaustrada por las engañifas de un amor correspondido.
Puedes no ser un dios ni un heroico juglar del Medievo narrando mis apátridas odiseas, pero aun así tu sintaxis dulce es como una lluvia de meteoros destructores (la destrucción implica belleza porque también implica que algo vuelve a nacer de nuevo).
Este es el último cuarteto legible que empleo en hacerte saber mi nombre y mi camino. A partir de ahora tendrás que averiguar en mi sangre el poder que poseo para que las palabras bailen ante tus ojos. 

sábado, 19 de mayo de 2012

Metaphor


Mi vida es una metáfora.
No; en realidad es una alegoría, que es una sucesión de metáforas.
Una metáfora es finita e incandescente
Y una alegoría dura para siempre en la eternidad del universo.
¿Cuál es el germen de la poesía?
Mi vida es una aventura verbal.
Es un continuo devenir de imágenes,
Como un caracol arrebolado en la penumbra del océano.
Es un suicidio alejandrino,
Una taza de té crepuscular de asfalto amarillo.
Un deus ex machina, ingenioso hidalgo.
Alegoría alegría.
He aquí otra metapoesía. 

lunes, 7 de mayo de 2012

Y así se hizo


Así te sonríes, con el viento homicida de la madrugada por bandera.
Si llorar palabras fuera tan inmensamente fácil como caminar o morirse en el día a día,
Toda una hazaña supondría el ser resucitado del veneno nocturno.
El fémur cristalizado nieva entre las piedras marchitas
Y Apolo rey Sol lamenta una elegía a la tierra de luto.
Así te calcinas sin llamas en la prisión de tu alma.
Asesino impotente, vasallo de tu cicatriz.
Viste el beso de Judas rodando por tus labios
En el día que el cuervo anunció su funesto presagio.
El pueblo te escupe como la hiel del calvario.
Así te retiras, vencido y sombrío.
Héroe de nadie y suicida de sus huesos.
Feliz sepelio.

jueves, 26 de abril de 2012

Doppelgänger



 
Soy yo Altazor el doble de mí mismo
El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente
Vicente Huidobro

Ojo de espejo vacío que mira en diagonal
Hacia el otro que se trasluce en el marco
Soy yo pero es un fantasma el que contempla
Mi cara de espasmo.
Ente de luz enferma, producto de la esquizofrenia.
Hijo de la fertilidad de mi neurona.
¿Eres tú mi némesis parapléjica?
Un cristal atildado nos separa
En esta realidad llena de esferas.
Amago de carne y sangre
Que en paracaidística caída llega.
¿Ángel o espectro?
Tu tímida voz me llama,
Si vienes del cielo o del infierno
Igual me diera.
¡Mi réplica de vidrio, vástago de mi locura!
¡Amo tanto tu silencio y tu cruel compostura!
Pareja conociendo sus doppelgängers, por Dante Gabriel Rosetti.

viernes, 13 de abril de 2012

Qué difícil es hablar el español

Nuestra lengua es tan complicada...


martes, 27 de marzo de 2012

Verbal

El aullido brutal de la sinécdoque es el que me ha obligado a abandonar este río turbio.
Me calzo una metáfora un día y al día siguiente se ha desposado con su sonido.
Verso que se personifica, verbo.
Brújula de ambigüedad y sueño.
Y así el endecasílabo se suicida de madrugada
aprovechando que la noche está romántica y negra.
Amanece vanguardista y se acuesta innovando,
mirando horizontes de aliteración laína.
Un poema no puede ser más que una alegoría
pero la alegoría no existe en sí sino en otro.
Asustable tiniebla de lánguida lobreguez.
Que fluye y se retuerce con un pincel de agua.
Hombre de fe y de luna, el poeta.
Verbo caleidoscópico, el poema.

jueves, 15 de marzo de 2012

Ritmo matinal

Tengo el ritmo matinal cosido al alma.
Tengo un sueño de estrellas vacías que se me come el pecho,
como una angustia de espinas sin rosa.
De clavel marchito, de ciprés.
Reloj taciturno, talante de cielo
segundo tras minuto en un sinfín eterno.

Águila de plata saturada de noches
orbita vía blanca en el cabello lunar.
¡Ay tan triste esta mañana azulada
por un Dios cruel, espadario horror!

sábado, 10 de marzo de 2012

Sin título.


Maldito hastío
Que me condena a sentarme en el techo de luces verdes;
Maldita inundación de tristeza del ciervo teñido de grises
Cromásoma terúlico de nadas en cadena.
Alucinación rúbrica sílfide de náyade acuática
Se sumerge penosa en la sátira del mundo;
Del mundo girando órbita vía
Tras las nacientes y heladas matutinas nevadas.
Maldita pluma nívea de albatros celestes.
Maldita noche negra de melancolías y cenefas. 
Náyades por Gioacchino Pagliei

domingo, 26 de febrero de 2012

Tu rebeldía


Poemas Galácticos, VI

Tu rebeldía fue capaz de apaciguar las furibundas tormentas solares. Me escribiste una carta contándome tu batalla, la sonrisa del barco en el poniente y la cara gris de la luna. Y ya no sé si te soñé en una mañana de crimen o es que estabas ahí mirándome desde la órbita plutónica.
Hoy tengo llena de poesía el alma sonora. Tengo un verso, dos, tres, y una corchea cantarina. En el calendario se suceden los milímetros henchidos de pena, y el reloj muestra mis pasos sobre el camino terroso.
¡Ay, soledad! ¿Qué te hice yo para que me condenaras con tu espada aciaga? No sino que el destino nunca me fue propicio; esperé con calma y llanamente la llamada de las estrellas sulfurosas. Brillaban tanto y con tanto ímpetu, esas luciérnagas del techo padre. Siempre creí que eran lamparitas de azufre infernal, llamas azulinas y tintineantes- nodrizas de hiel y acero.
Esas crueles. Ningunean la nada eterna, se piensan diosas inmortales mientras fecundan de candor el universo. Pero en realidad son tan mortales como una abeja ténebre o una tumba colmenera. Como un alma que se evapora en el silencio atigrado, ellas se funden con el negro noctular. 

No me parecen simientes de luz, sino cabalísticos anuncios de mortandad. Están ahí para recordarnos a nosotros, a la abeja y a la tumba que no tardaremos en sumirnos en la inconsciencia del estado último de la existencia.

domingo, 19 de febrero de 2012

Tarde Gris (el entierro)


Tarde gris. Otoño.
La lluvia fina como agujas
Moja la hierba muerta.
Lamentos. Quejidos.
Súplicas.

La monótona melodía
De un violín lejano…
Clava sus notas melancólicas
En los corazones desdichados.

Las flores mustias envidian
Al enhiesto ciprés que,
De nefasta piedra rodeado,
Observa la escena sin interés.

De negro las mujeres,
De negro los caballeros,
Corren las lágrimas con las notas puntiagudas
A lo largo del sendero.

Una fuente murmura.
Sopla, frío, el viento.
Todos callan. Nadie habla.
Parece pararse el tiempo.
Tarde gris.
Las nubes, tristes, se agolpan
Para darse mutuo consuelo.

Alza la voz al cielo
Mirando el yerto, níveo y muerto
Cuerpo del fiel amigo.

¿Por qué me lo arrebataste?
Devuélvemelo ahora mismo
Antes de que sea tarde.

Pero de nada sirven sus gemidos;
Dios no escucha, hace oídos
Sordos a lo imposible:
No fui yo, fue la Muerte.

Tarde gris. Llueve.

Imagen: El cementerio de Cloyster en la nieve, por Caspar David Friedrich

miércoles, 8 de febrero de 2012

Te busco


De A la luz de las estrellas o Poemas galácticos, II


Te busco. Te busco en los vacíos cuánticos de esta noche sin fin, preguntándome una y otra vez el porqué de esta vida que se me atraganta cuando intento respirar. Y en esa soledad infinita que transmite la existencia se me muere el alma entre un sinfín de estrellas. Hay un agujero negro de lamentos aciagos.
“Dicen que ha muerto”- oigo en el silencio, lento y marchito. Y no sé si lo imagino o es real- “Que se lo tragó el sol, que nunca pisó los anillos de Saturno ni recorrió Venus con la mirada”.
No sé si hablan del planetario, de  mi entristecido sueño o de aquel que lloraba entre cojines de seda. Yo sigo mi búsqueda de perlas doradas en el mar negro, entre sílfides azules. Te busco.
Te fuiste y me dejaste el verano todo para mí, sin ser mi deseo poseerlo ni cantarle nanas al oído, porque no era mi amante ni nunca lo fue; yo siempre sentiré algo platónico, algo desmesurado por el invierno gris. Pero navego entre trigales verdes  tras la esperanza de lluvia que trae el sendero: hay un polvo carmín como de sangre cuajada que revienta y revolotea, y parece que salta alcanzando el cielo crepuscular.  Hay un rumor de abejas. Es agosto; es agosto y no sé si las casas duermen la siesta o soy yo quien cierra los ojos y huele a cerezas y a melón. Este cielo no me gusta: es azul, casi de un azul imposible, turquesa como un río recién nacido. Es una burla de Dios, este sol tan redondo y este techo tan perfecto.
Yo te busco. Te busco en las olas, en el fresco del agua del manantial y en los caminos estelares. Te veo reflejado en la sombra de un perro viejo que sueña bajo un árbol. No sé si añoro tu nieve o tu tez de plata; o quizás ambas cosas. Tú fuiste mi vida y ahora yo quiero devolvértelo todo. Quiero volver a leer  en tus ojos que alguna vez me amaste.
¿Dónde estás, Invierno? ¿O es que te fuiste a otro hemisferio, mal traidor, ciego esperpento? Yo te espero y te busco en las noches sin luna, en el verano sordo.

martes, 31 de enero de 2012

Enero se fue sin ser notado

Enero se fue sin ser notado. Un día abrí la ventana y desplegó las alas fúnebres  en pos de una libertad idílica. Ese día- el día de su marcha, que en realidad no recuerdo si fue un día o fue una tarde o fue una noche brumosa- el cielo albo se alzaba sobre los tejados y recordaba como una letanía amarga que todas las nubes se echarían a llorar tarde o temprano. Por ese motivo esencial, que en realidad pudo ser una obsesión matinal, decidió fugarse en el esquivo cenit solar; tomó una bocanada de aire amarillo teñido de frío y se escapó de las garras del viento. Ese día se hizo noche porque el cielo se había marchado. Ahora lo recuerdo claramente: era un día gris, un día lunar de melancolía abrigada. Tomé mi chaqueta y perseguí al cielo en su huida; teníamos cuentas pendientes, lo recuerdo también. Teníamos que decirnos el uno al otro los cuentos que le habíamos oído a Morfeo en nuestras noches de vigilia. Éramos compañeros, yo a veces lo miraba a él mientras se relajaba en su cuna de marfil y él me observaba cambiarme en mi peinador de plata. Éramos amigos, éramos hijos del mismo universo que nos vio nacer. Nos arropó la misma estrella cuando lloramos por primera vez y sentimos como uno solo el corazón de Júpiter, allí en la distancia. O de Neptuno. Eso no lo recuerdo.
Enero se fue sin ser notado, y mi cielo se marchó con él. No sé por qué, tal vez tuvo una idea maravillosa y decidió ponerla en práctica en otro planeta distante. Desde entonces, contemplo cada noche los cumulonimbos brillantes surcando la Vía Láctea en pos de una libertad idílica. Creo que se van también con el cielo, y con enero, y con todos los meses y los años que hemos dejado atrás. Ahora pienso en el pasado, en las estrellas y en mi infancia soñada en mitad de una galaxia de silencio. Enero se fue, y me di cuenta de que no regresaría porque fue sólo producto de mi ingenio.

jueves, 26 de enero de 2012

Exégesis de mi poema "The Bishop"

Publico un pequeño comentario sobre el contenido y temática de mi poema en inglés "The Bishop". Espero que os guste.


En principio,  The Bishop (El alfil) es un poema  de inspiración gótica y tolkiana con el juego del ajedrez como base. Al ser este un juego fundamentalmente bélico, existen muchas referencias en el poema relacionadas con este campo semántico de lucha (cascos, espadas, guerra…), así como relativas a las propias piezas del ajedrez (caballo, Rey, o el mismo alfil). Así pues, la composición desarrollaría una batalla silenciosa- porque no puede ser de otra manera- entre los dos bandos que componen el juego, expresados desde el principio por el binomio Black and White, con un trasfondo místico que nos remite a la fantasía épica; es como si de alguna forma, pudiéramos percibir perfectamente los movimientos de las piezas sobre el tablero.
Sin embargo, este tema trivial no deja de ser una alegoría del verdadero tema que se oculta en el fondo del poema. Se trata de una manifestación del tópico vita fictio est (la vida es ficción), en la que el ser humano se ve arrastrado por la angustia vital que conlleva el descubrir que su existencia está regida por un dios malvado y que no es más que una ficción (algo así como si toda nuestra vida fuese una novela y el “dios” fuese el autor de esa novela). Esta angustia existencial lleva a dos actitudes finales: al suicidio, que en el fondo supone un triunfo del dios regidor de la vida, o a la resignación y aceptación de la situación. En el caso de este poema, observamos claramente que la actitud tomada por el personaje es la de resignación. Pero pasamos a explicar detenidamente el contenido metafórico del poema:
El Alfil, personaje protagonista del poema, representa al ser humano, y lleva a cabo una lucha (simbolizada por el ajedrez) contra ese dios absoluto que es el creador de toda su aventura. El dios, representado por el Caballero y el Rey, está “en cada esquina” controlando y observando el juego- en este caso representa a la batalla contra ese dios, pero es también la vida en general- de manera omnisciente (tal y como lo hacen muchos narradores de novela; no podemos olvidar que nuestro dios es un escritor-creador) y, por lo tanto, no es posible huir de su mirada atenta. Y nuestro último personaje son los dos bandos- el blanco y el negro- que participan en la batalla. Estos bandos no son otra cosa que las dudas existenciales del hombre y la dualidad de su conciencia que se escinde en dos personalidades opuestas de una forma un poco esquizofrénica. Gane la personalidad dominante o gane el enemigo, no importa, pues al final la batalla se decidirá cuando entre en escena el Rey y dé jaque mate al juego. Esta guerra absurda sólo ha servido para que el hombre se hiera a sí mismo, y esto podemos relacionarlo con la otra salida posible en el vita fictio est: el suicidio.
El resultado final es el fracaso de la rebelión, pues al fin y al cabo ese dios es omnipotente.

lunes, 16 de enero de 2012

The Bishop

My first poem in English.
Mi primer poema en inglés.


Black and White,
the silent fight.
Every path has a weapon
and every man is a war.
The walking, walking horse.
A bell sounds telling us tales
about ghosts, legends and other imaginary things.
And the Knight rises on the sky,
watching, seeing
And controlling the game.
Dust on the table, 
helmets and swords.
Will the enemy win?
No; there’s a King on every corner.
And the bishop, trying to defeat Him
does nothing but hurting himself.
An adventure, a tragic end:
we will never rebel again.


Traducción:
El Alfil

Blanco y negro,
la lucha silenciosa.
Todo camino tiene un arma
y todo hombre es una guerra.
El caballo andante, andante.
Una campana suena contándonos cuentos
sobre fantasmas, leyendas y otras cosas imaginarias.
Y el Caballero se alza en el cielo,
observando, viendo,
controlando el juego.
Polvo sobre la mesa,
cascos y espadas.
¿Ganará el enemigo?
No; hay un Rey en cada esquina.
Y el alfil, intentando vencerlo
no hace otra cosa sino herirse a sí mismo.
Una aventura, un fin trágico:
nunca más volveremos a rebelarnos.

domingo, 8 de enero de 2012

Amarzul

Oleaje de tierra luz
que suspirando penetra entre las rocas
Cielo ambarino
Añil terruño
cerúleo río
Amarzul naranjiforme.