sábado, 1 de noviembre de 2014

Mis "obsesiones" como escritora

Últimamente quiero publicar aquí algunos aspectos un poco más personales de mi yo escritora. Hoy me gustaría empezar con algo que creo que es común en todos los que escribimos o, mejor dicho, en todos los que creamos: se trata de mis obsesiones como autora, de esos temas recurrentes a los que siempre vuelvo pase lo que pase, sobre los que reflexiono y escribo.

Yo diría que mis obsesiones literarias y temáticas están bastante claras y son tres:

-El tiempo: el tiempo es un tema recurrente a lo largo de toda la historia de la literatura y ha sido tratado de cientos de formas diferentes; fugacidad del mismo, importancia del pasado o el futuro, viajes temporales... En mi literatura, el tiempo suele estar presente aunque no sea como centro temático de la obra. Suelo incluir un reloj o algún indicador del tiempo y, en el caso de mis poemas, aparece el tiempo en sí mismo.

-Los sueños: aunque los sueños en sí pocas veces han sido tema central de mi literatura, sí que he basado algunos relatos en sueños o pesadillas sufridos por mí o que alguien me ha contado. Además, el tema del sueño en la literatura me interesa tanto que mi trabajo de fin de carrera fue precisamente un estudio de literatura comparada sobre el tema del sueño en un par de relatos de Borges y Cortázar.

-El escritor como un dios malvado: he pensado muchísimas veces en este tema  e incluso he llegado a crear mi propio tópico literario basado en él: vita fictio, o la vida es una ficción, en el que el escritor aparece en su propia obra como un dios poco clemente y malvado con sus personajes, haciéndolos sufrir. Este tópico lo suelo encarnar a través de la metáfora del ajedrez, que es una batalla silenciosa en la que los soldados no luchan por sí mismos, sino que son controlados por los jugadores. Ejemplos de esto son el poema The Bishop o el relato El ajedrecista, que todavía estoy escribiendo.

1 comentario:

  1. Hola, Clara.

    Ese último elemento que comentas no es una cosa poco común en la literatura, sobre todo en la contemporánea. El escritor como personaje en la novela existe por ejemplo ya desde El Quijote. Es una forma de romper barreras entre realidad y ficción. Es metaliteratura.

    Te recomiendo 'Seis personajes en busca de autor', de Pirandello, y sobre todo 'Niebla', de Unamuno.

    Un saludo.

    ResponderEliminar