domingo, 11 de diciembre de 2011

Primer Dramatis Personae y escena I de mi obra de teatro.

Esta obra dramática aún no tiene título. Esto es tan sólo un esbozo y puede cambiar, así como el número de los personajes, que aumentará conforme vaya escribiendo la obra.


DRAMATIS PERSONAE

Samuel Roderick
Elodia Bagatela
Fernanda Crespo
Marcelo Monteamargo
Felipe Santos


Año de 1899

Es noche cerrada. Se ve la fachada de una casa señorial iluminada levemente por una farola. En una ventana, una luz parpadea y se oye un murmullo casi inapreciable.
Se encuentran bajo la ventana Marcelo Monteamargo y Felipe Santos, concejal del ayuntamiento y  comerciante local, respectivamente.


Marcelo.- ¡Buenas horas son éstas, don Felipe!
Felipe.- Buenas las dé Dios. ¿Cómo tan tarde, compañero?
Marcelo.- Me abatía el insomnio, no quiere Morfeo asistirme esta noche… en otras palabras, que me era imposible dormir. Decidí salir a dar un paseo para refrescarme. Pero… veo que no soy el único que no puede conciliar el sueño (con el bastón, apunta hacia la ventana de donde procede la luz).
Felipe.- ¡Ah! ¡ah! No sé yo… (baja la voz para que sólo don Marcelo pueda oír lo que dice) y no es ésta la única noche. Dicen que se las pasa todas en vela, farfullando cosas sin sentido y pidiendo cafés y otras bebidas a su pobre esposa...
Marcelo.- ¡Acabáramos! Pero si… claro, siendo uno primo de un conde y teniendo la casa que tiene pues es normal que se aburra, que no quiera dormir, que haga este tipo de excentricidades sin sentido…
Felipe.- Pero calla, que puede oírnos (levanta la cabeza, temeroso). Se dice que está escribiendo una novela, que no lleva ni una página. Que está, en definitiva, frustrado.
Marcelo.- (Con asombro) ¿Roderick? ¿Escritor? ¡Pero quién le manda meterse en estos berenjenales a ese muchacho! Si lo tiene todo… la escritura es para los pobres de bolsillo pero ricos en imaginación; los ricos de verdad se sientan a leer lo que los otros escriben.  
Felipe.- Yo no sé más detalles. Si quieres, pregúntale tú, que te tratas con él de vez en cuando y en otro tiempo, antes de que se casara, fuiste muy amigo suyo. Y me voy, que se hace tarde.
Marcelo.- Pase usted una buena noche. Yo proseguiré mi paseo.

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