The clock is off
Tic, tac, tic, tac.
Una esfera gira eternamente sobre un millar de agujas
El cuarzo cristalino del corazón late una monótona sinfonía.
Y cuando llegan las doce suena el campanario
Y retruena el silbato por toda la alcoba.
Como si fuese la llamada de Dios desde el paraíso.
Cojo, el minutero se apaga un segundo
Y duerme el tiempo que se había ralentizado.
Ahora un minuto es un siglo y un siglo son mil años.
Y respira, el viejo Cronos, con aliento estentóreo.
Tic. Tac. Tic
Y así pasan décadas de suplicio.
Viéndolo todo desde el ojo de un mecanismo roto.
Han muerto generaciones y el reloj sigue hablando.
En el silencio frío y yerto, el reloj clama al mundo.
Anuncia el fin.
Escuchadlo un segundo.
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